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jueves, 30 de abril de 2015

ARMAMENTISMO 2006 EL GASTO MILITAR MUNDIAL ALCANZÓ UN NUEVO RÉCORD


Diario "La Nación". Buenos Aires, 12 de junio de 2007. 
Diario "La Nación". Buenos Aires, 12 de junio de 2007.

EE.UU. - IRAK 2007 ARMAR A REBELDES EN IRAK, LA NUEVA ESTRATEGIA DE EE.UU.


La violencia en Medio Oriente: Washington recurre a una táctica controvertida y riesgosa

Armar a rebeldes en Irak, la nueva estrategia de EE.UU.

Muchos se relacionaban con Al-Qaeda
BAGDAD.- En los últimos cuatro meses, el aumento de las tropas norteamericanas ha mostrado apenas un modesto éxito en la lucha para neutralizar los ataques rebeldes. Por ello, los comandantes estadounidenses han decidido recurrir a otra estrategia que, según admiten, es muy riesgosa: armar a grupos árabes sunnitas que prometieron combatir contra militantes vinculados a Al-Qaeda, de los que alguna vez fueron aliados.
Los comandantes norteamericanos señalan haber probado exitosamente la estrategia en la provincia de Anbar, al oeste de Bagdad, y que mantuvieron conversaciones con grupos sunnitas en por lo menos cuatro zonas del centro y el norte de Irak, donde la insurgencia es más que intensa.
En algunos casos, según admiten los comandantes norteamericanos, los grupos sunnitas son sospechosos de haber participado en anteriores ataques contra tropas norteamericanas. Afirman que algunos de estos grupos fueron provistos, a través de unidades militares iraquíes aliadas a los norteamericanos, de armas, municiones, dinero, combustible y provisiones.
Los oficiales norteamericanos que se han involucrado en lo que definen como un "acercamiento" a los grupos sunnitas dicen que muchos de ellos tuvieron en algún momento contactos con Al-Qaeda en Mesopotamia, pero que se desilusionaron de las tácticas de los militantes extremistas islámicos, especialmente de los atentados suicidas que mataron a miles de civiles iraquíes.
A cambio del respaldo norteamericano, añaden esos funcionarios, los grupos sunnitas aceptaron combatir contra Al-Qaeda y poner fin a sus ataques contra las unidades norteamericanas.
Los comandantes que emprendieron esas negociaciones sostienen que, en algunos casos, los grupos sunnitas aceptaron alertar a las tropas norteamericanas sobre la ubicación de bombas al costado de las rutas y otras letales trampas cazabobos.
Pero quienes critican la estrategia indican que podría equivaler a que los norteamericanos armaran a ambos bandos para una futura guerra civil. Estados Unidos ha gastado más de 15.000 millones de dólares en reconstruir la estructura de la policía y el ejército iraquí, cuyos 350.000 efectivos son mayormente chiitas.
Con la probabilidad cada vez mayor de una disminución en el número de tropas norteamericanas para el año próximo en Irak y ante las pocas señales de un reacomodamiento político entre políticos chiitas y sunnitas en Bagdad, se corre el riesgo de que cualquier arma entregada a grupos sunnitas sea posteriormente usada contra los chiitas. Y también existe la posibilidad de que las armas puedan ser utilizadas contra los propios norteamericanos.
Un comandante norteamericano dijo que, a pesar de los riesgos de armar a los grupos que hasta ahora combatieron contra los norteamericanos, las ventajas potenciales frente a Al-Qaeda eran demasiado importantes como para desperdiciarlas. Añadió que la estrategia ofrece la posibilidad de finalmente dividir las dos alas de la insurgencia sunnita, que previamente habían operado en una alianza devastadora, integrada por individuos leales al Partido Baath, de Saddam Hussein, y por militantes islámicos que forman parte de diversos grupos vinculados a Al-Qaeda.
Aunque sólo sea exitosa a medias, agregó el comandante, la estrategia podría hacer tanto o más para estabilizar a Irak, y acelerar el regreso de las tropas norteamericanas.

La experiencia de Anbar

La estrategia de armar a grupos sunnitas fue puesta a prueba a principios de este año en la provincia de Anbar, la desértica zona interior al oeste de Bagdad, y los ataques contra las tropas norteamericanas disminuyeron después de que jeques tribales, enfurecidos por los ataques de Al-Qaeda que mataron a un gran número de civiles sunnitas, reclutaron a miles de hombres para sumarse a las fuerzas de seguridad del gobierno y a la policía tribal. A medida que los grupos de Al-Qaeda abandonaban esa provincia en busca de otros refugios sunnitas, Anbar perdió su larga fama de ser el lugar más peligroso de Irak para las tropas norteamericanas.
Ahora, los norteamericanos están ensayando "el modelo Anbar" en extensas regiones iraquíes predominantemente sunnitas.
Si bien el compromiso norteamericano con los grupos sunnitas produjo al principio algunos éxitos contra Al-Qaeda, especialmente en Anbar, muchos de los problemas que hasta ahora frustraron los esfuerzos norteamericanos de sofocar la insurgencia no se han modificado. Los comandantes norteamericanos dicen que los grupos sunnitas con los que están negociando muestran pocas señales de querer trabajar con el gobierno de predominio chiita del primer ministro, Nouri al-Maliki.
Por su parte, ciertos líderes chiitas sospechan profundamente de cualquier decisión norteamericana de elegir a grupos sunnitas comprometidos con la vuelta del predominio político sunnita. .

Traducción de Luis Pressenda

Por J. F. Burns y A. J. Rubin De The New York Times 
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Ecos del caso "contras"

El plan de Estados Unidos para proveer armas y apoyo financiero a grupos rebeldes en Irak no es una práctica nueva para Washington ni para gobiernos que hicieron lo mismo en guerras contrainsurgentes de distintos países.
En la historia de Estados Unidos, el caso más emblemático es probablemente el de los "contras" nicaragüenses, las guerrillas que combatieron al gobierno sandinista en los años 80, con el apoyo de Washington.
Los "contras" (forma abreviada del término contrarrevolucionarios) fue el nombre con el que la prensa bautizó a los distintos grupos que lucharon contra el gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) después de la revolución de 1979 contra la dictadura de Anastasio Somoza.
La Casa Blanca, que acusaba a los sandinistas de pretender importar el modelo socialista cubano y de apoyar a la guerrilla de izquierda en El Salvador, brindó respaldo militar y financiero a estas guerrillas, a través de la CIA.
Estados Unidos llegó a organizar una especie de ejército irregular que tenía base en los países vecinos de Nicaragua, Honduras y Costa Rica.
Sin embargo, el apoyo a los "contras" se tornó en escándalo a fines de los 80, cuando se reveló que el gobierno del presidente Ronald Reagan había vendido armas ilegalmente a Irán -por entonces en guerra con Irak- para conseguir fondos para financiar a la guerrilla nicaragüense. El escándalo se transformó en una sombra que persiguió a Reagan hasta que finalizó su segundo mandato, en 1988.
También en otros países en los que se llevó a cabo esta práctica de apoyar a la contrainsurgencia el esfuerzo produjo un efecto boomerang, ya que, con el tiempo, los rebeldes terminaron apuntando sus armas contra quienes se las habían provisto. Ese fue el caso de la guerra colonial francesa en Argelia, entre 1954 y 1962, y de la lucha liderada por los británicos contra los insurgentes de Malasia, a principios de los 50. .

DERECHO ESPACIAL. 2007 EL PRIMER HOTEL ESPACIAL SE ABRIRÁ EN EL 2012.

Diario "La Nación". Buenos Aires, 16 de junio de 2007.

EE.UU. 2007 BUSH Y LULA NO LOGRAN AVANCES EN LOS TEMAS CLAVES DE LA RELACIÓN BILATERAL.

Diario "Clarín". Buenos Aires, 1 de abril de 2007.
EL ENCUENTRO EN CAMP DAVID
Bush y Lula no logran avances en los temas clave de la relación bilateral


Son los subsidios agrícolas que se negocian en la Ronda de Doha. También, la tarifa que EE.UU. impone a la importación de etanol y el asiento en el Consejo de Seguridad que ambiciona Brasil.


Ana Baron WASHINGTON. CORRESPONSAL
abaron@clarin.com


Muy debilitado a nivel doméstico como también en el campo internacional, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, buscó afianzar ayer su relación con el brasileño Lula da Silva en su residencia de fin de semana en Camp David en el marco de su nueva estrategia de acercamiento a Latinoamérica.

Sin embargo a juzgar por la conferencia de prensa que ofrecieron conjuntamente y el comunicado final de la reunión, durante la conversación de 90 minutos que ambos jefes de Estado mantuvieron no lograron avances significativos en los tres temas más espinoso de la relación bilateral: los subsidios agrícolas en la Ronda de Doha, las tarifas que Estados Unidos impone a la importación de etanol y la reforma del Consejo de Seguridad, en donde Brasil aspira a tener un asiento permanente.

Lula llegó a Camp David en helicóptero para su tercera entrevista en Washington con el mandatario estadounidense. En la pista de aterrizaje lo estaba esperando Bush con su esposa Laura. "Es un día maravilloso", exclamó el jefe de la Casa Blanca luego de pasar revista con su huésped a un batallón de marines que tenían las banderas de ambos países.

Posteriormente, Bush se trasladó con Lula hasta la casa principal de Camp David en un carrito de golf igual al que solía utilizar su padre, el ex presidente George Bush, para lleva al ex presidente argentino Carlos Menem por las canchas de golf de su casa de verano en Kennebunkport, Maine.

Durante la conferencia de prensa que dieron conjuntamente, Bush reiteró su compromiso para lograr un acuerdo en la Ronda de Doha de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que se encuentra estancadas desde el año pasado.

"Quizá la parte más convincente de las oportunidades para trabajar juntos se encuentra en la Ronda de Doha", dijo Bush. "A Estados Unidos le interesa concluir la ronda con éxito", agregó y expresó su "firme" convicción de que "la mejor forma de paliar la pobreza mundial es a través del comercio".

Por su parte Lula, quien se esforzó por disimular la preocupación que tenía por el conflicto de los aeropuertos en Brasil, dijo que este es un momento oportuno para reanudar la ronda, pero ninguno de los dos presidentes dijo cómo ni cuál será la estrategia.

Lo mismo ocurrió con los biocombustibles. Bush señaló que EE.UU. apoya la iniciativa de Lula para la promoción de biocombustibles a nivel mundial y para ayudar a los países latinoamericanos a producir y usar etanol.

Pero cuando el presidente brasileño le pidió que elimine las tarifas que Estados Unidos impone a la importación de etanol, el jefe de la Casa Blanca no tuvo respuesta. En Washington explican que ese es un tema que depende del Congreso.

Un funcionario del gobierno de Bush explicó a Clarín, que el negocio para Estados Unidos es vender la melaza a los países del caribe para que la transformen allí en etanol y luego lo revendan en el mercado estadounidense, en el marco de la iniciativa de la cuenca del Caribe, por la que no se pagan ningún tipo de tarifas.

A pesar de que dos días antes el encargado de América latina en el Consejo Nacional de Seguridad, Dan Fisk, había dicho que los presidentes anunciarían ayer cuales serían los países caribeño y de América Central beneficiarios de los programas pilotos que pondrán en marcha, al cierre de esta edición no había trascendido el nombre de ninguno de ellos.

Durante la conversación, Lula insistió también sobre la importancia que le da Brasil a poder ocupar una banca que no sea rotativa en el Consejo de Seguridad ampliado, un tema que está en este momento bajo estudio. Pero según él no pudo ponerse de acuerdo con Bush. "Tenemos diferencias políticas", dijo Lula. "Pero pude explicarle a Bush —agregó— la visión de Brasil, y llegamos a la conclusión de que la reforma del Consejo de Seguridad pasa antes por otros cambios dentro de la ONU. Tengo 62 años y cuatros años más de mandato y la certeza que la reforma será concluida, es un asunto complejo, pero no puede ser obviado por más tiempo.

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Diario "Clarín". Buenos Aires, 1 de abril de 2007. 

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Diario "La Nación". Buenos Aires, 8 de marzo de 2007.     
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GLOBALIZACIÓN.



Economía internacional

La globalización todavía no está en retirada

Aunque Estados Unidos atraiga gran parte de la manufactura mundial, es improbable que eso esté acompañado por muchos empleos
Por   | The New York Times
NUEVA YORK.- Hace no mucho, ejecutivos de la multinacional holandesa Royal DSM, un fabricante mundial de suplementos dietarios y materiales de alta tecnología, solía requerir una batería de estudios internos para decidir dónde hacer un negocio o ubicar una nueva planta industrial.
Pero hoy "ni siquiera hacemos el estudio", dijo el miembro del directorio para las Américas, Stephan B. Tanda. "Está claro que será en Estados Unidos."
Estados Unidos, señala, tiene mucho gas natural barato y un mercado laboral poco regulado. Al mismo tiempo, China, donde Royal DSM tiene unas 40 plantas, está perdiendo su ventaja. "Es menos atractivo que antes como fuente desde la cual atender al mundo", dijo Tanda.
Si uno quiere pensar en qué momento Estados Unidos fue tan competitivo como lo es ahora, hay que remontarse a antes de la primera crisis del petróleo en la década de 1970. De los US$ 3600 millones en adquisiciones de Royal DSM desde 2010, el 80% ha ido a los Estados Unidos.
¿Podría la globalización hacer un giro en U? En el último año o dos, un número creciente de analistas de negocios vienen sosteniendo que estamos entrando en una nueva era de manufactura global, con Estados Unidos en el centro de la escena.
El mes pasado, el Boston Consulting Group, al hacer una actualización de un estudio anterior que sugería que la "repatriación" de fábricas a los Estados Unidos era la nueva tendencia, difundió un informe que sostiene que Estados Unidos tiene los costos de manufactura más bajos entre los principales exportadores del mundo desarrollado y está cerca de poder competir con China.
Pero antes de entusiasmarse demasiado con las perspectivas de un renacimiento industrial estadounidense, vale la pena mirar con un poco más de escepticismo a la afirmación de que la globalización se ha agotado.
"No estoy de acuerdo con que el momento de China llega a su fin", dijo Karl P. Sauvant del Columbia Center on Sustainable Investment. "El determinante más importante de la inversión es el tamaño y el crecimiento del mercado, y China sigue siendo un mercado grande y sigue creciendo a tasa razonable".
¿Qué importa que los obreros de las zonas costeras chinas se están volviendo más costosos? El país subirá la escalera del valor agregado para producir cosas más sofisticadas. Por cierto, los países tienden a comerciar más a medida que convergen sus ingresos, no menos. Los fabricantes que busquen mano de obra barata tienen aún muchos lugares a dónde ir, como Vietnam, Bangladesh, México o incluso el interior chino con gran población, que se beneficiará de la inmensa inversión de Pekín en infraestructura del transporte que lo conecte a la costa.
Hay dinámicas que podrían afectar realmente a la globalización. Si los precios de la energía despegan de nuevo, eso favorecerá redes de producción regionales en vez de globales. La piratería de la propiedad intelectual en China podría atemperar el apetito de las corporaciones multinacionales por invertir en industrias avanzadas allí.
Las tecnologías que permiten a menos obreros realizar tareas más sofisticadas -impresión 3D, por caso- podrían alentar más producción en países ricos, cerca de los mercados masivos de consumo.
El crecimiento lento ya está socavando los argumentos en favor de los mercados abiertos de los que depende la globalización. El comercio se ha desacelerado de modo significativo desde la gran recesión. Las medidas proteccionistas de pequeña escala se han multiplicado, al buscar los países proteger los productores locales.
El terrorismo y la inestabilidad política podrían hacer aún más lento el proceso, agregando otra capa de costos a las redes de producción globales.
Quizá los costos en ascenso chinos finalmente le den una oportunidad a los trabajadores estadounidenses que han estado perdiendo terreno por dos décadas frente a un pozo de mano de obra barata que en un tiempo no tenía fondo.
"Los trabajadores pueden tener la oportunidad de recuperar la participación en el producto en las décadas por delante", sugirió este año Dean Baker, del Center for Economic and Plociy Research, en un ensayo breve que también sostuvo que ningún otro país podrá copiar los éxitos chinos.
Aún así, Richard Baldwin, del Graduate Institute of International and Development Studies de Ginebra, señala que es improbable que la convergencia de ingresos promovida por la industrialización acelerada de China y otros países como Brasil y la India se detenga pronto. En 1988 la participación de dos tercios del ingreso mundial en manos de las siete naciones más ricas llegó a su pico. Para 2010 había bajado a la mitad del ingreso mundial. Baldwin propone que es "probable que siga cayendo por décadas".
Es difícil encontrar evidencias en los datos de que la globalización está entrando en reversa. Los flujos de inversión externa directa se mantienen sustancialmente por debajo del récord de US$ 2000 millones de 2007. Pero el año pasado se recuperaron un 9%, a US$ 1450 millones, según datos de las Naciones Unidas. Más de la mitad fue a países en desarrollo y China recibió US$ 124.000 millones, casi un récord y aproximadamente un 50% más que hace seis años.
Aunque Estados Unidos atraiga una mayor parte de la manufactura global, es improbable que ello venga acompañado de muchos puestos de trabajo con alto salario.
Jan Svejnar, del Center on Global Economic Governance de la Facultad de Política Internacional y Pública de Columbia, es optimista respecto de la perspectiva para Estados Unidos. "El mercado emergente más prometedor del mundo es Estados Unidos", me dijo. Pero toda manufactura nueva que se desarrolle aquí será capital intensiva, agregó, con muchos menos obreros fabriles que en el pasado.
Y por más esperanzas que haya de que la energía barata y abundante de Estados Unidos o el alza de los costos laborales chinos podrían producir una oleada de repatriaciones, hasta ahora eso no se ha producido.
James B. Rice Jr. Y Francesco Stefanelli, del Center for Transportation and Logisitics del Massachusetts Institute of Technology, analizaron cuidadosamente 50 compañías estadounidenses -incluyendo Apple y General Electric- que habían anunciado que repatriarían empleos. La mayoría aún no ha concretado nada.
"No creemos que eso sea realmente lo que está sucediendo", me dijo Rice..
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Diario "Clarín". iECO Buenos Aires, 12 de mayo de 2013.

Dani Rodrik: "Las políticas van de un extremo a otro porque se rigen por modas"

DANI RODRIK
La crisis está cambiando el discurso económico dominante.
  • Francisco de Zárate

Si la crisis financiera comienza en Tailandia y los astilleros se desmantelan en España es porque algo hicieron mal en sus lecciones de globalización. Pero cuando el epicentro de la debacle está en unas hipotecas de EE.UU. y las automotrices que se deshacen de empleados tienen sede en Detroit, lo que anda mal es el sistema. El economista turco y profesor en Harvard Dani Rodrik lleva desde 1997 escribiendo libros sobre los riesgos de la globalización. No fue hasta 2008 que los hechos terminaron dándole la razón.

En su última obra, La paradoja de la globalización (2012), quien fue el primer premio Albert O. Hirschman de la Academia de Ciencias Sociales de EE.UU. profundiza en los desequilibrios que provocó una ideología del "libremercadismo", en la que a todos los problemas económicos se les prescribió el mismo remedio: desregular y eliminar aranceles. En un mundo con mínimas barreras aduaneras, las empresas obligadas por sus países a pagar sueldos dignos y respetar derechos laborales no compiten en pie de igualdad frente a las que maltratan a sus trabajadores (porque el gobierno se los permite). En conversación telefónica con iEco, Rodrik explicó por qué, a pesar de eso, se ha mantenido durante años el "fundamentalismo del libremercado": "Las políticas económicas van de un extremo a otro porque se rigen por modas. Yo preferiría que tuvieran en cuenta tanto los peligros del proteccionismo como los de una excesiva apertura. Si los aranceles de hoy fueran de 30%, y no de 5%, probablemente yo abogaría por defender el libremercado".


-En su libro pone como ejemplo de globalización equilibrada al capitalismo con intervención estatal formulado en Bretton Woods. Si era tan bueno, ¿por qué se abandonó?
- La crisis del petróleo en los 70, la crisis posterior de la deuda en América Latina, la inflación y el desempleo creciente en los países desarrollados... Todo eso culminó en un giro fundamental de la narrativa que dominaba hasta entonces el pensamiento y las políticas económicas. Con las victorias electorales de (Ronald) Reagan, en EE.UU. y de Margaret Thatcher en el Reino Unido, las ideas de Milton Friedman se convirtieron en sabiduría popular a la hora de pensar el papel del gobierrno en la sociedad. Pero hasta mediados de los 70, las ideas de Friedman aún eran las de una minoría.


- ¿Hay espacio en la OMC para matizar el objetivo del arancel cero?
- La Organización Mundial del Comercio es poco relevante para entender qué pasa. Ahora la acción está en los acuerdos regionales y en los bilaterales. La idea de la apertura de los mercados no se mantiene por la OMC, sino por el consenso político de los países centrales.


-¿China es el único país que conserva el estilo Bretton Woods de protección a la industria nacional?

- China también se rindió con el tema de los aranceles cuando entró en la OMC. Donde yo sí diría que sigue el espíritu de Bretton Woods es en sus intervenciones sobre el tipo de cambio, algo que también hacen otros emergentes como Brasil, Corea del Sur o Turquía.


- ¿Es un primer paso en la revisión de la ideología del 'libremercadismo'?

- Sí, aunque en cierto grado es una reacción natural. El fundamentalismo del libremercado puso una carga extra en el tipo de cambio. Si atás tus manos en una esfera, crece la carga sobre otras variables.


- En la crisis islandesa, el FMI aceptó controles de capitales. ¿Eso sí es un cambio de tendencia?
- Su cambio de opinión sobre los controles de capitales fue notable. El FMI también fue capaz de revisar sus ideas sobre los beneficios de la austeridad, algo que la Comisión Europea aún defiende.


- No descarta los aranceles para proteger a la industria pero tampoco cree que el sector secundario vuelva a ser el gran empleador, ¿por qué?
- La forma en que los asiáticos crecieron con la industrialización podría no repetirse en la próxima generación de países exitosos. La industria se está convirtiendo en algo más intensivo en habilidades que en capital. Ya no tiene tanta capacidad para absorber a masas de gente sin formación, que fue lo que permitió veloces aumentos de productividad en Taiwán, Corea del Sur y China. Las fuerzas de la industrialización van a ser más moderadas: implicarán crecimientos y cambios estructurales menores.


- ¿Hay sustitutos para la industria?
- No. Están los servicios, que a su vez se dividen en dos grandes grupos. Los de alto valor y que requieren altos conocimientos, como los financieros o los de tecnologías de la información, pueden tomar algo del papel de la industria pero no tienen tanta capacidad empleadora. El otro grupo, de servicios informales, no transables y de muy baja productividad, representa un gran avance con respecto a la agricultura tradicional pero tampoco sustituye a la antigua industrialización.


- Frente a los que acusan a los lobbies de impulsar cambios de política que los favorecen especialmente, ustedsubraya la influencia del pensamiento económico. ¿Los economistas no pueden ser víctimas del lobby?
- La plata juega un papel, pero no creo que la dinámica fundamental sea servir al interés financiero de un sector. Es un fenómeno más sociológico. Los economistas quieren que sus ideas sean tomadas en serio y que los poderosos les den palmaditas en la espalda. Los bancos necesitan legitimar sus ideas, y se vuelcan a los economistas de ideas más consistentes con sus intereses. Se refuerzan unos a otros de forma mutua. La plata juega un papel, pero no es el motor principal.


- ¿El financiero siempre fue más poderoso que otros sectores?
- Eso es un fenómeno relativamente nuevo, engendrado por la desregulación y globalización financiera de los 80 y 90. En EE.UU., antes se decía: "Lo que es bueno para General Motors es bueno para el país". En la última crisis financiera, la opinón general parecía ser otra: "Lo que es bueno para Wall Street es bueno para Estados Unidos".


- ¿No creció demasiado el poder de las grandes empresas como para retroceder con la liberalización?
- Los cambios en la regulación de sindicatos y mercados laborales de los 80 aumentaron el poder negociador de los empleadores con respecto a sus trabajadores. La globalización además les permitió cambiar de país, con lo que su poder negociador frente a los gobiernos también aumentó. Pero yo creo que muy a menudo los gobiernos infravaloran su propio poder. Aunque operen de forma internacional, las empresas dependen de impuestos y regulaciones gubernamentales. Y cuando vienen las vacas flacas, como ocurrió en la última crisis, tienen que pedirles ayuda. A General Motors y a Ford no las rescató el G20 sino el gobierno de EE.UU. Los gobiernos nacionales aún tienen poder. La pregunta es si quieren ejercitarlo.


- ¿Por qué no querrían?

- Como decíamos al principio, tiene que ver con la narrativa dominante. Muchos aún creen que no es bueno adoptar posturas que molesten a las grandes empresas. Pero es algo que está cambiando lentamente. Un ejemplo es la nueva tasa a las transacciones financieras de Europa, algo que obviamente no era deseado por los bancos.


- ¿La Comisión Europea aún cree que la austeridad funciona?

- Han ido muy lejos con esa narrativa como para retroceder. Sería muy embarazoso y probablemente tendrían que renunciar algunos de sus defensores. Están atascados.
RELACIONADAS

 
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Economía y sociedad

Una nueva elite global en las alturas del mundo

La velocidad de la innovación tecnológica y los mercados financieros han creado la mayor cantidad de multimillonarios de la historia. Los expertos lo definen como un fenómeno de la economía globalizada: ya no se trata de unas pocas dinastías en un puñado de países poderosos, hoy las fortunas son más diversas que nunca en cuanto a edad, nacionalidad, origen étnico y cultura. Cómo son y cómo viven estos nuevos supermillonarios, que no heredaron su riqueza, sino que la hicieron trabajando, y que parecen vivir desconectados del país que les permitió crecer
Por Juana Libedinsky
JOSE IGNACIO
Durante una comida en una casa de unos 500 metros cuadrados con vistas a un campo suavemente ondulado que da al mar, con los muebles tapizados en el cuero italiano más suave imaginable, cada objeto de iluminación una escultura firmada por diseñador internacional y atendidos por un staff de no menos de 40 personas, los dueños de casa, conocidos popes de Wall Street, comentaban su preocupación por el ingreso de su pequeña hija al sistema escolar privado en Nueva York.
"Es una locura, con excesos que parecen sacados de la serie Gossip Girl; los niños de tres años que van a clase en limusina", se horrorizaban, a pesar de ser ellos mismos parte de esa minoría que uno espera encontrar en las listas de Fortune o las páginas de Forbes.
Pero ocurre que en ciertos lugares clave -y Manhattan es uno muy emblemático- el nivel de ultramillonarios es tal que lo que hoy es usual en la vida cotidiana de muchos de ellos (como tener tres yates, un Gulfstream siempre disponible, varios Ferraris en la puerta, casas repartidas por los puntos más exclusivos del planeta) excede cualquier medida anterior: pese a la voraz crisis económica de la que el mundo todavía intenta recuperarse, ha surgido una nueva elite económica mundial, totalmente distinta a la de las viejas fortunas e incluso a la de los viejos nuevos ricos. Y es tan numerosa esta nueva elite que establece, en ciertos círculos, nuevos parámetros de "normalidad". Para algunos es incluso una nueva cultura, casi un nuevo país en sí mismo, que no responde a límites geográficos sino a patrones de conducta y consumo que le son muy específicos.
Robert Frank, periodista norteamericano que cubre el tema de las grandes fortunas para el Wall Street Journal, bautizó a esta elite de manera muy elocuente: Richistán fue el título del libro que escribió sobre ellos, y que fue todo un éxito editorial. Este mes, al tiempo que el foro de Davos reunía en Suiza al poder político y económico del planeta, la revista Atlantic Monthly llevó el tema a su tapa. En resumen, hay una nueva y cada vez más numerosa elite global, y está dejando muy atrás al resto de los mortales.
Las cifras de Frank lo dicen todo: el último año se superó levemente la marca de los 10 millones de millonarios en el mundo (personas que tienen un patrimonio de más de un millón de dólares, excluyendo el valor de su residencia principal). La marca era de 2007, considerado por muchos el momento pico de la burbuja inmobiliaria y financiera previa a la crisis. En 2000, el número de millonarios en el mundo era de "apenas" 7,2 millones. Los 25 hedge-fund managers que más fondos manejan recibieron en 2009, en promedio, mil millones de dólares más cada uno en comparación con el año anterior, eclipsando incluso el récord de 2007, previo a la crisis.
Sólo en Estados Unidos, en 1982 había 13 billonarios (personas con un patrimonio de más de mil millones de dólares, excluyendo el valor de su residencia principal). Hoy son más de 400, con una fortuna combinada de 1,37 trillones de dólares. Y en todo el mundo hay más de mil billonarios, con una fortuna combinada de unos 39 trillones de dólares.
¿Pero qué es lo que realmente tienen de nuevo? Después de todo, multimillonarios hubo siempre y países como Estados Unidos tienen una larga tradición de robber barons , aquellos que en un momento dado sacudieron el statu quo de sus sociedades y que, tras amasar grandes fortunas de manera muchas veces controvertida, crearon las instituciones benéficas que hoy perpetúan su nombre.
"Hoy estamos hablando de un fenómeno distinto -asegura Frank a LA NACION-, y el primer dato es que haya tantos de ellos: la velocidad de la innovación tecnológica y los mercados financieros han creado la mayor cantidad de multimillonarios de la historia en todo el mundo. En segundo lugar, los multimillonarios siempre existieron, pero solían ser un grupo, además de chico, relativamente silencioso e invisible a las grandes masas, al menos si se los compara con los de ahora, que, orgullosos de su éxito, se venden a sí mismos como marcas -Bill Gates, Warren Buffett o Norman Abramovich son algunos ejemplos evidentes- y hacen un ruido más propio de estrellas de rock. Y en tercer lugar, las fortunas hoy son más diversas que nunca en cuanto a la edad, nacionalidad, origen étnico y cultura de quienes las poseen: ya no se trata de unas pocas dinastías en unos pocos países, como era el caso hasta hace unas décadas. En general se trata de gente emprendedora, que no nació rica pero hizo sus millones muy rápidamente".
Prueba muy clara de esto es que, en los 80, la mitad de las grandes fortunas de EE.UU. era heredada. Hoy sólo un 15% de ellas proviene de una generación anterior.
Comparativamente, EE.UU. se mantiene a la cabeza en el número total de millonarios, con 2,8 millones. En toda Europa hay 3 millones, y Alemania está al frente, con 861 mil; en toda la zona llamada Asia-Pacífico (incluida Australia) hay otros 3 millones de millonarios. En toda América latina hay 500 mil millonarios; en Medio Oriente 400 mil y Africa está a la cola, con 100 mil.
Sin embargo, este panorama es de un gran dinamismo. En la India, el número de millonarios aumentó un 50 por ciento en 2009 y hoy son unos 126.000. En China su número aumentó un 31 por ciento, a un total estimado en 477.000. Y en Brasil, donde ya suman 146.000, su número creció en un 12 por ciento. La tendencia viene desde hace unos años. De hecho, en un informe para inversores de 2005, tres analistas de Citigroup alertaban que el mundo se está dividiendo en dos bloques: una plutonomía y el resto.
"Se trata de personas hipertrabajadoras, altamente educadas, que pertenecen a un jet set meritocrático y que sienten que son los ganadores en una durísima competencia económica internacional -señala Chrystia Freeland en The Altlantic -, y se están convirtiendo en una comunidad transnacional de pares que tienen más en común entre sí que con sus compatriotas. Ya sea que residan en Nueva York, Moscú, Hong Kong o Mumbai, los ultramillonarios son hoy una nación en sí mismos."
Esto se hace evidente si se observan sus patrones de consumo, muy distintos a los del resto del planeta (si en El Gran Gatsby Scott Fitzgerald alertaba que los muy ricos son diferentes del resto, esta diferencia habría que elevarla ahora a la enésima potencia) pero muy similares entre sí. Los multimillonarios usan básicamente los mismos autos, los mismos relojes, van de vacaciones a los mismos balnearios o centros de esquí, y les cocinan los mismos chefs en todos los puntos del planeta. Por eso se puede decir que han creado también una tercera cultura, que no es una importación norteamericana ni es autóctona de sus países de origen, sino una cultura exclusiva para gente de distintas nacionalidades pero muy similar entre sí. "Hoy un multimillonario indio tiene mucho más que ver con un multimillonario brasileño que con un indio de clase media", subraya Frank.
Un efecto de esto es que los nuevos multimillonarios tienen lazos mucho más débiles con sus propias comunidades. Antes, el primer paso para una gran fortuna personal global era el éxito económico produciendo o vendiendo productos en el propio país. Hoy la clave es tanto producir como vender en otro lado. Por eso, para esta gente, lo que piensan los otros "pobladores" de Richistán es posiblemente mucho más importante que lo que opina la gente de su propio país.
¿Cómo se impresionan entre sí? Algunos símbolos de estatus se mantienen, aunque a una escala mayor ("No sos nadie en este grupo si no tenés, como [el ruso Roman] Abramovich, tres megayates, no uno", ilustra Frank). Pero la gran diferencia es que los principales símbolos de estatus ahora son otros: una idea original y acceso al poder y al capital, por ejemplo. Davos es una muestra perfecta: estar ahí supone que uno puede comer o charlar con los políticos más importantes, así como con otros multimillonarios, e intercambiar con ellos ideas para hacer crecer sus fortunas o resolver viejos problemas. Para un multimillonario, hoy es mayor símbolo de estatus poder conversar de economía con Ben Bernanke, digamos, que sumar una Ferrari más.
"Mostrar que uno tiene acceso al poder y al capital es muchas veces tan importante como tenerlo", observó un asistente al Aspen Forum, quien en la cola para entrar al VIP se sorprendió al ver allí, a su lado y esperando muy pacientemente, al hombre más rico del planeta, el mexicano Carlos Slim, quien no quería perderse la oportunidad de charlar -y ser visto charlando- con la entonces precandidata presidencial Hillary Clinton.
Pero ¿cómo son los nuevos exponentes de esta elite global? Los hay de todo tipo, pero una anécdota que involucra a un joven argentino ofrece algunas claves para entender a ese segmento tan novedoso de jóvenes brillantes, ligado al auge de las redes sociales y las nuevas tecnologías: el argentino en cuestión compartió departamento, cuando era estudiante de posgrado en los 90, en Stanford, con un muchacho callado, que se la pasaba literalmente pegado a su computadora "buscando un logaritmo", según aclaraba, y se negaba a toda interacción. Si alguien llamaba a su casa, se escuchaban ruidos extraños, y eran circuitos que estaba desarrollando para abrir y cerrar puertas, prender la tele y demás actividades del hogar. Lo criticaba al estudiante argentino por dispendioso, ya que compraba pequeños yogures de marca en vez de sin marca y al por mayor, mucho más baratos. Unos años después, vio una noticia en el Wall Street Journal que captó su atención: se anunciaba la salida a la Bolsa de Google, por 28 mil millones de dólares y había reconocido en la foto a su viejo compañero de piso: era Larry Page, con su socio Sergey Brin, ahora entre los hombres más ricos de Estados Unidos.
En muchos sentidos, la vida de Page no ha cambiado mucho desde entonces, asegura Frank luego de escuchar la anécdota. "A esta generación de nuevos multimillonarios -y los que vienen del mundo tecnológico en esto son paradigmáticos- le importa marcar que, culturalmente, sigue perteneciendo a la clase media trabajadora y no a una elite aristocrática. Es cierto que Page, por ejemplo, se acaba de comprar un megayate. Pero es probable que dentro del yate siga trabajando todo el día, pegado a una computadora. A la clase más acomodada se la solía llamar en inglés la leisure class , en referencia al tiempo libre y diversión del que disponían. Pero hoy nadie llamaría a esta gente parte de una leisure class : nunca sueltan su blackberry, y cuando mejor la pasan es cuando pueden estar hablando de negocios", subraya. De cualquier manera, el autor de Richistán insiste en que la clave es lucir siempre informales. "Los más ricos hoy usan el uniforme de mocasines, camisa abierta y jeans muy caros. La única gente que usa traje es la que trabaja para los muy muy ricos, no ellos".
Poder para decidir
Hay otros rasgos interesantes que surgen de esta obsesión por el trabajo, que parecen llevar a todas las esferas de la vida. La forma en que hacen sus donaciones, por ejemplo. "Si se toman personajes como Warren Buffett, por nombrar sólo uno de los multimillonarios más emblemáticos -explicó una fuente vinculada al mundo de las finanzas-, existe una diferencia llamativa entre la forma en la que hacen el dinero, con prácticas durísimas a la hora de comprar empresas en mal estado y volverlas altamente redituables, con todo lo que esto implica, y su forma de devolver a la comunidad. Son millones y millones los que dan a la caridad y filantropía, pero en todo momento quieren ser ellos los que deciden a quién, cómo y cuánto dan".
En esto los nuevos superricos también marcan un quiebre con generaciones anteriores. No es novedad que la filantropía es la ruta que muchos encuentran para el éxito y la penetración social tanto como para la satisfacción moral y la preservación del nombre como la de un santo secular para el futuro. Volviendo al ejemplo clásico de los robber barons norteamericanos, Andrew Carnegie dejó todo lo que tenía a hospitales, salas de conciertos, universidades y bibliotecas que hoy llevan su nombre.
Pero, según Matthew Bishop y Michael Green en su libro Filantrocapitalismo, la tendencia es a que los nuevos multimillonarios dispongan de su fortuna un poco de la misma manera en la que la hicieron: en vez de simplemente donar a obras de caridad o instituciones, quieren manejarlo de manera empresarial. Y lo están haciendo desde mucho más jóvenes que antes. Es decir que no hay crisis económica que haya alterado su filosofía, ni para hacer dinero ni para devolverlo.
Porque además, según Freeland, los nuevos multimillonarios no se ven como responsables directos de la crisis financiera, pese a que a los ojos de la mayoría algo de eso hay. Ellos apuntan más bien a sus primos de clase media, que se endeudaron con la burbuja inmobiliaria y compraron casas más grandes y más costosas de lo que el sentido común -y el salario- dictaba. Pero esa no parece ser la única explicación.
"Cuando hablo con los mutimillonarios de la industria, le echan la culpa de la crisis a los multimillonarios de Wall Street, que a su vez le echan la culpa a un número muy pequeño de traders que a su vez le echan la culpa a eventos impredecibles, los llamados cisnes negros", señala Frank. Agrega que para mucha de la gente más rica de Estados Unidos es problemático que hoy se pueda crear tanta riqueza sin crear valor. "Es muy distinto quien crea una compañía como Steve Jobs, con productos que pueden mejorar la vida cotidiana de la gente, de quien crea sofisticados productos financieros que no tienen nada que ver con la población. Pero éste es un grupo de dentro de Wall Street que a su vez se defiende diciendo ´hey, nosotros nos ganamos la vida tomando decisiones respecto del dinero y eso es algo muy importante, que merece un bono grande´, y algo de razón tienen también. Pero puede terminar, más que en una guerra entre clases, en una guerra entre los multimillonarios que producen, por decirlo de alguna manera, versus un grupo de traders de Wall Street".
Edad de Oro
Las cifras parecerían indicar que estamos viviendo una edad de oro para el Richistán, o la nueva plutocracia. Frydland concluye que de ellos mismos debe surgir la demanda de una mayor regulación del mercado financiero y de mayores impuestos, como una forma de autopreservarse frente a la amenaza de un populismo que podría limitar seriamente su actual poder. Frank, en cambio, cree que estos multimillonarios son parte de una tendencia que sólo puede ir en aumento con la velocidad creciente de los cambios tecnológicos y los mercados globalizados.
"La diferencia más marcada que sí se verá dentro de Richistán en los próximos años es que los norteamericanos serán cada vez menos importantes. Serán como esos primeros grupos de inmigrantes que llegan a un Nuevo Mundo: empiezan arriba y van cayendo. Prueba de esto ya se pudo ver este año en Davos, donde hubo menos estadounidenses que nunca. Puede ser porque muchos millonarios prefieren no ser vistos en un centro de esquí cuando la economía todavía no se recuperó para la mayoría. Pero también porque se enviaron menos invitaciones a millonarios norteamericanos para hacer lugar a nuevos millonarios rusos, chinos o sudamericanos", adelanta Frank.
Mucho se ha escrito respecto de que la clave para la entrada de miembros de estos países en el selecto club de los ricos ha sido la mejora en la educación, pero Frank cree que eso es algo idealista. "Hay miles de personas educadísimas que no por eso se hicieron ricas. Una sólida educación es una condición necesaria, pero no suficiente para entrar en la elite global. Hay que tener también acceso a capital para convertir la idea que uno tiene en realidad y, según los países, acceso al gobierno para evitar, por ejemplo, que se pongan trabas arbitrarias a la expansión. Sobre todo hace falta una enorme perseverancia, no bajar los brazos jamás y -esto me lo reconocen en privado todos los multimillonarios- mucha suerte: haber estado en el lugar adecuado, con la idea adecuada, en el momento adecuado. Se necesita todo lo demás también. Pero nadie se hace multimillonario, ni se hará jamás, sin una gran ayuda de la diosa Fortuna". Y en eso al menos, volviendo a Gatsby, sí los multimillonarios son iguales a todos los demás.
© LA NACION .

 


COLOMBIA 2000 SUSPENDEN EL DIÁLOGO DE PAZ CON LA GUERRILLA

Diario "La Capital". Rosario, 17 de mayo de 2000.

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Conflicto

Un mortífero ataque de las FARC pone en riesgo el proceso de paz en Colombia

Santos levantó la suspensión de los bombardeos contra la guerrilla tras la muerte de 11 militares en una acción armada; "esta es la guerra que queremos terminar", dijo el presidente
BOGOTÁ.- En uno de los más mortíferos ataques desde que se inició el proceso de paz en Colombia, en noviembre de 2012, la guerrilla de las FARC mató a once militares y dejó malheridos a una veintena en el departamento del Cauca. En respuesta, el presidente Juan Manuel Santos anuló la orden de suspensión de los bombardeos de las fuerzas armadas contra los campamentos de la guerrilla.
El ataque ocurrió hacia la medianoche del martes en la localidad de Buenos Aires, en el departamento del Cauca, bastión de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y supone un grave contratiempo a las conversaciones de paz que el gobierno y la guerrilla mantienen en La Habana desde hace más de dos años para poner fin a cinco décadas de conflicto armado.
El brigadier Mario Valencia, comandante de la tercera división del ejército, explicó que los soldados, integrantes de una brigada móvil que realizaba operaciones de control territorial, "fueron atacados con artefactos explosivos, granadas y armas de fuego por guerrilleros de la columna móvil Miller Perdomo de las FARC.
En una primera inspección del área, donde se realizaba la evacuación de los heridos en condiciones climáticas difíciles, fue hallado además el cadáver de un supuesto guerrillero que "tenía un fusil y estaba vestido totalmente de negro", en lugar de portar el tradicional uniforme camuflado, agregó Valencia.
Santos, que viajó a la región del Cauca para analizar las circunstancias de los hechos con la cúpula militar y autoridades regionales, deploró el ataque. "Lamento la muerte de soldados en Cauca. Ésta es precisamente la guerra que queremos terminar", escribió en su cuenta de Twitter el mandatario de centro derecha reelecto en junio pasado con el mandato de sellar la paz con la guerrilla.
El ataque se produce menos de una semana después de que Santos prorrogara la suspensión de los bombardeos contra las FARC durante un mes para acelerar los diálogos. Ayer, el mandatario levantó esa suspensión debido al ataque, lo que podría desencadenar una espiral de violencia en el conflicto armado.
"He ordenado a las fuerzas armadas levantar la orden de suspensión de bombardeos a los campamentos de las FARC hasta nueva orden", anunció Santos al término de un consejo extraordinario de seguridad que encabezó en la ciudad de Cali, unos 50 kilómetros al norte del lugar del ataque.
El gobernante dijo que tomó esa decisión porque la muerte de los militares obedeció a un "ataque deliberado, no fortuito que implica un claro rompimiento" de la tregua unilateral indefinida declarada desde el pasado 20 de diciembre por las FARC.
El grupo guerrillero declaró la tregua a raíz de los últimos avances en el proceso de paz. Santos se ha abstenido de aceptar una propuesta de las FARC de iniciar una tregua bilateral, aunque ordenó desde el 10 de marzo la suspensión de los bombardeos aéreos contra los campamentos de ese grupo durante un mes. Al cumplirse ese período prorrogó la medida durante otro lapso igual. Sin embargo, el ataque llevó al jefe de Estado a dar marcha atrás a la orden inicial.
Desde Cuba, sede de las negociaciones, las FARC, que en diciembre pasado decretaron una tregua unilateral e indefinida, reservándose sin embargo el derecho a replicar ofensivas del ejército, manifestaron su "preocupación" y volvieron a reclamar un alto al fuego bilateral, algo a lo que Santos siempre se ha negado por considerar que fortalecería a la guerrilla.
"A todas luces esto tiene su causa en esa incoherencia del gobierno de estar ordenando operativos militares contra una guerrilla que está en tregua", dijo el comandante Pastor Alape. "Señor presidente Santos, la tregua bilateral es urgente", agregó.
Para Jorge Restrepo, director del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac), el hecho es "grave", pero no romperá las negociaciones en Cuba, aunque sí afectará la imagen de las FARC.
"Se borra con el codo todo lo que las FARC han hecho con las manos. Es muy costoso en términos de apoyo ciudadano y muestra una baja capacidad de control de las columnas móviles (...) por parte del secretariado" de la guerrilla.
En el último mes, las FARC violaron su tregua cinco veces y dejaron dos soldados muertos y 13 personas heridas, indicó un informe del Cerac difundido el viernes, que da cuenta de "un aumento sustancial" de la actividad violenta de la guerrilla desde que anunciaron el alto el fuego.
El defensor del pueblo, que vela por los derechos humanos en Colombia, reclamó explicaciones a las FARC. "La emboscada constituye un hecho abiertamente contradictorio frente al discurso que los negociadores de las FARC envían desde La Habana", señaló Jorge Otálora en un comunicado.

Un proceso largo y polémico

26-8-2012
El gobierno y las FARC suscriben en La Habana el acuerdo general para iniciar las negociaciones y sellar la paz
20-1-2013
Las FARC anuncian el fin de la tregua unilateral de dos meses que decretó al iniciar en noviembre las negociaciones de paz
22-8-2013
Santos anuncia que el hipotético acuerdo será sometido a referéndum
15-12-2014
Se completa la participación de víctimas del conflicto en las rondas
26-1-2015
Se abre la posibilidad para que desmovilizados de las FARC puedan integrar la nueva policía rural tras el proceso de paz
Agencias AP, AFP, EFE y Reuters.

U.E. UNA REVISIÓN DEL SISTEMA DE PARTIDOS. EL ACTUAL ESCENARIO EUROPEO


 


Cuaderno de Política Exterior Argentina - Nro.118

"UNA REVISIÓN DEL SISTEMA DE PARTIDOS. EL ACTUAL ESCENARIO EUROPEO"

Por Alejandra P- DÍAZ *. Rosario, octubre-diciembre 2014. 30 páginas.

Resumen

Este trabajo se realizó con la finalidad de poder elaborar una explicación sobre algunos conceptos simples de la teoría política que suelen ser de difícil acceso al lego. Por eso, se partió del concepto de sistema político, desde una concepción clásica del behaviorismo para, a partir de allí, explicar el concepto de partidos y su evolución histórica a través de sus diferentes manifestaciones, y llegar al concepto de sistemas de partidos. En ese punto se trató de analizar qué se requiere para la existencia de un sistema de partidos, además de la presencia de partidos, y se tomó el caso de la Unión Europea. Allí se buscó dilucidar si es existe un sistema de partidos a nivel comunitario.

Palabras clave: partido político - sistema político - sistema de partidos - partidos europeos - Parlamento Europeo




"A REVIEW OF THE PARTY SYSTEM. THE CURRENT EUROPEAN SCENE"

By Alejandra P. DÍAZ *

Abstract

This article has the purpose to develop an explanation or better understanding of some simple concepts of political theory, which are often of difficult access to lego. We analyzed first the concept of political system from a classical behaviorist conception so as to be able to explain the concept of political party and its historical evolution through its various manifestations, and then to reach a concept of party systems. At that point we tried to analyze what is required for a system of parties to exist other than the presence of parties itself, for which we have taken the European Union as an example. We tried to clarify if there is in fact a party system at the European Community level.

Key words: political party- political system- party system - European parties – European Parliament



TRABAJO RECIBIDO: 13/06/2014           ACEPTADO: 04/12/2014


* Licenciada en Ciencia Política de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires. Docente de Teoría del Estado en la Facultad de Derecho y de Ciencia Política en el Ciclo Básico Común de la Universidad de Buenos Aires.

ARGENTINA. LA POLÍTICA EXTERIOR DE CRISTINA FERNANDEZ AL FINALIZAR SU MANDATO



http://www.cerir.com.ar/noticia.php?id=0000201

 BOLOGNA, Alfredo Bruno (Compilador)
"La Política Exterior de Cristina Fernández al finalizar su mandato"
Centro de Estudios en Relaciones Internacionales de Rosario (CERIR), Programa de Seguimiento de la Política Exterior Argentina. Tomo VI. Noviembre 2014.



 Índice

1. BOLOGNA, Alfredo Bruno, "Malvinas: una política activa frente al Reino Unido y la Comunidad Internacional"

2. BUSSO, Anabella, "Cristina y Obama: el discurrir inestable de las relaciones bilaterales y la perdurabilidad del patrón crisis-intento de recomposición"


3. CABEZA, Marta y FALCÓN, Roberto,  "Unión Europea - Argentina (2009-2014). Una relación en tiempos difíciles"


4. CEPPI, Natalia,  "Con la 'mirada' en la región. Las relaciones entre Argentina y Bolivia durante el mandato de Cristina Fernández de Kirchner"


5. COLACRAI, Miryam, "La relación bilateral Argentina-Chile en clave política durante el Gobierno de Piñera y los mandatos de Cristina (marzo 2010-marzo 2014):  pudo haber sido mejor..."


6. ELÍAS, María Belén , "Argentina y la India: un lazo promisorio"


7. FERNÁNDEZ ALONSO, José,  "Política económica exterior argentina. Consideraciones sobre la problemática de la inserción financiera internacional (2009-2014)"


8. LECHINI, Gladys y MORASSO, Carla,  "¿Hay un lugar para África en la Política Exterior Argentina (2009-2013)?"


9. LO VALVO, Emilio,  "La urgencia del pueblo. Notas sobre la propuesta teórico-política de Ernesto Laclau"


10. LORENZINI, María Elena, "Las relaciones Argentina-Venezuela 2010-2013: Despejando los intereses en la trastienda ideológica"


11. MORA, Sol,  "Relaciones Argentina-Japón: Incidencia de variables externas y nuevos temas en la agenda bilateral (2006-2014)"


12. OLIVA, Carla,  "Argentina y China. <continuidades de una relación inmersa en la irrupción global de China"


13. PAREDES RODRÍGUEZ, Rubén,  "Medio Oriente en la Política Exterior Argentina: del equilibrismo a los giros en las acciones externas"


14. QUIROZ, Martín, "Argentina y Turquía: la intensificación de las relaciones bilaterales"


15. RAMOS, Hugo Daniel,  "Los partidos políticos argentinos y el MERCOSUR. Las bases político-partidarias de la integración regional (1991-2011)"


16. SIMONOFF, Alejandro,  "Analizando a Cristina Fernández:  interpretaciones sobre la política exterior desde el segundo gobierno kirchnerista (2007-2013)"


17. TCACH, Ariel,  "CELAC: su conformación y  la solidaridad regional en torno a la Cuestión de las Islas Malvinas"


18. VILOSIO, Laura,  "MERCOSUR 2007-2013: un cambio de paradigma"


 

EE.UU. OBAMA Y AMÉRICA LATINA

Diario "La Capital". Rosario, 6 de diciembre de 2013.
Diario "La Capital". Rosario, 19 de noviembre de 2013.

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  FIN DE LA DOCTRINA  

Los desafíos de Kerry en la OEA



Importantes periódicos de América Latina titularon el discurso en la OEA del secretario de Estado norteamericano, John Kerry, el 18 de noviembre pasado, como el anuncio del fin de la doctrina Monroe. En realidad, el discurso tenía otros mensajes explícitos e implícitos.
Para nadie es una novedad el ocaso de la famosa doctrina, que fue utilizada por Estados Unidos para justificar su intervencionismo “protector” del hemisferio ante las amenazas imperialistas de las potencias europeas. Pero expiró con la política del “buen vecino” en los años 30 y luego fue sepultada al fin de la Guerra Fría (1991), durante la cual EE.UU. todavía intervenía para contrarrestar el intervencionismo comunista-castrista.
Sin embargo, habría que recordárselo a los gobernantes latinoamericanos que aún viven, en el siglo XX, culpando a EE.UU. de sus fracasos y problemas, e insistiendo en que todavía interfiere en sus asuntos y domina la OEA y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, por ejemplo. Un anacronismo que responde a necesidades domésticas, dogmatismo ideológico o simple demagogia. El país del norte ya no ejerce tal dominación; ya no amenaza la democracia, la seguridad o la soberanía de los del hemisferio, como lo hizo en los tiempos más recalcitrantes de su intervencionismo, por razones reales o imaginarias de seguridad (si no, el chavismo no habría durado 15 años). De hecho, muchos critican lo que perciben como desinterés, abandono, negligencia o debilidad de la política hacia América Latina. Obviamente sigue activo con su espionaje (como lo hacen todos) y su política soberana (más flexible ahora) de no comerciar con Cuba. Pero el desafío para esos gobernantes dogmáticos y atrasados es reconocer esta nueva realidad y aggiornarse.
En lo sustantivo, Kerry destacó que hay importantes avances en el hemisferio, pero también serios desafíos. Valoró los adelantos de la democracia en América Latina, el crecimiento y la solidez de sus economías, y el progreso en la inclusión social y en la lucha contra la pobreza y el narcotráfico. Aunque no dejó de expresar su preocupación por la falta de democracia en Cuba o su erosión en Venezuela, o las fallas de su propia democracia; incluso aceptó las quejas por el espionaje realizado por su gobierno. Pero, además, identificó una serie de temas que conciernen a todos y que requieren atención colectiva, como el fortalecimiento de las instituciones democráticas, la educación para el desarrollo, el intercambio y la expansión comercial, la seguridad ciudadana, el narcotráfico, la energía renovable, el medio ambiente y el cambio climático. Todos temas “inter-mésticos” (en parte internacionales y en parte domésticos) que no pueden resolverse unilateralmente, por más poderoso que sea un país, y que requieren la cooperación interamericana para seguir construyendo un continente cada vez democrático, seguro, próspero y climáticamente sustentable.
Al respecto, Kerry preguntó –y desafió– a los países del hemisferio si están dispuestos a colaborar, como socios iguales, para enfrentar colectivamente los retos identificados. Con ello, EE.UU. propone trabajar juntos y notifica que no busca dictar o imponer soluciones, pero tampoco ignorará o abandonará a la región ni se dejará marginar de ella, como pretenden algunos gobiernos. Coincide así con la política anunciada por el presidente Obama de buscar relaciones “basadas en el respeto mutuo, los intereses comunes y los valores compartidos,” y con su preferencia por el multilateralismo en política exterior. El mismo secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, poco amigo de Estados Unidos pero un político realista, reconoció que “sería imposible sostener una conversación sensata sobre los temas más importantes del hemisferio sin que participe Estados Unidos. Si lo excluyéramos, cualquier conversación sería inútil e insustancial”.
Su alocución en la OEA no fue casual, pese a que como senador la criticó por sus excesivos mandatos sin financiamiento, su falta de visión estratégica y de prioridades, su escasa transparencia administrativa y presupuestaria y la indebida influencia de países del ALBA. Como canciller, sin embargo, se presenta en el organismo interamericano para desafiar a sus miembros a trabajar juntos en el manejo de los serios desafíos que confrontan al hemisferio, en un espíritu de multilateralismo. La OEA, después de todo, es el foro multilateral por excelencia para la cooperación hemisférica. Y aunque requiere revitalizarse, es todavía la única instancia intergubernamental donde todos los países del continente se encuentran para debatir, negociar y consensuar la cooperación interamerican

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Claves americanas

El plan de Kerry para América latina

Por  | LA NACION
WASHINGTON.-Estados Unidos, que está negociando acuerdos de libre comercio con países asiáticos y europeos, está explorando lanzar un plan de comercio regional en las Américas que sería la iniciativa económica más ambiciosa de Washington en varios años.
El secretario de Estado de los Estados Unidos, John Kerry, me dijo en una entrevista que está contemplando proponer negociaciones para profundizar el ya existente Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Nafta) de Estados Unidos con México y Canadá, y ampliarlo luego al resto de América latina.
El Nafta cumplirá 20 años en 2014 y, en los últimos años, ha perdido mucho de su impulso inicial. Los funcionarios estadounidenses dicen que el aniversario de 2014 será una gran oportunidad para relanzarlo.
Durante la entrevista que me concedió la semana pasada Kerry dijo que está analizando la idea de relanzar el Nafta con ex embajadores y representantes comerciales de su país. Estados Unidos, México y Canadá serían "el bloque central, que se ampliaría al resto de Centroamérica, el Caribe, Latinoamérica", dijo. Agregó que el plan es empezar por Norteamérica, ya que varios países sudamericanos todavía no están dispuestos a estrechar vínculos con Estados Unidos.
Algunos colaboradores de Kerry me dijeron que el plan podría anunciarse en fecha tan temprana como en febrero, cuando está previsto que el presidente Obama se reúna con sus contrapartes de México y Canadá en una cumbre de líderes norteamericanos por realizarse en México.
Estados Unidos no ha propuesto ningún nuevo bloque comercial en las Américas desde que fracasaron las negociaciones del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) en 2005, cuando Brasil, la Argentina y Venezuela aniquilaron la idea en una cumbre celebrada en Mar del Plata, a la que asistió el entonces presidente George W. Bush.
Desde entonces, Estados Unidos ha firmado acuerdos comerciales bilaterales con Perú, Colombia y Panamá, pero no ha intentado revivir un acuerdo de libre comercio regional en América latina.
En cambio, Obama ha lanzado negociaciones para firmar un Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) con 11 países de la cuenca del Pacífico -casi todos ellos asiáticos, como Japón y Malasia, pero que también incluye algunos países latinoamericanos de la costa del Pacífico, como México- y otro tratado para crear una Sociedad Transatlántica de Comercio e Inversión (TTIP) con 28 naciones de la Unión Europea.
Si Washington firma el acuerdo TransPacífico y el Transatlántico, varios países latinoamericanos importantes que no están incluidos en ninguno de ellos -como Brasil, la Argentina y Venezuela- se quedarían afuera de los bloques comerciales más grandes del mundo.
Kerry negó que no le haya prestado gran atención a América latina y explicó que tuvo que atender crisis en otras partes del mundo. Desde que fue designado como secretario de Estado, realizó 20 viajes, pero sólo dos de ellos fueron a Latinoamérica.
El comercio entre Estados Unidos, México y Canadá se disparó tras la firma del Nafta en 1994, pero fue creciendo más lentamente en los últimos años debido a los duros controles fronterizos de Estados Unidos tras los ataques terroristas de 2001 y también debido a los sentimientos antimexicanos estimulados por opositores a la reforma migratoria que han hecho que los políticos estadounidenses se intimiden a la hora de proponer una profundización de los lazos comerciales con México.
Pero una encuesta reciente realizada por el Centro de Estudios Norteamericanos de American University reveló que el 32% de los ciudadanos de Estados Unidos quiere que Washington priorice los acuerdos comerciales con Canadá y México por sobre sus acuerdos con Asia y Europa.
Mi opinión: no está mal que Estados Unidos negocie tratados de libre comercio con Asia y Europa, pero es un error hacerlo sin profundizar simultáneamente los lazos comerciales en las Américas. Si Estados Unidos quiere competir exitosamente con China y otras potencias comerciales, debe construir cadenas de valor para abastecerse de productos y servicios en sus países vecinos.
En ese sentido, la revelación de Kerry de un posible relanzamiento del Nafta es una buena noticia, si es que se hace en serio. A juzgar por la encuesta de American University, no debería haber excusas para no hacerlo inmediatamente en la cumbre de presidentes norteamericanos que tendrá lugar en México, en febrero.
© LA NACION.
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La Doctrina Monroe ya era cosa del pasado

TRIBUNA
  • Mariano Turzi Profesor De Relaciones Internacionales (UTDT)

Se terminó la Doctrina Monroe? ¿Es el fin del intervencionismo de Estados Unidos en América latina? Así lo anunció la semana pasada el máximo representante de la diplomacia estadounidense, John Kerry, en un discurso ante la OEA: esta doctrina legitimó el rol de “protector” con el que Washington se ungió a sí mismo. Originalmente pensada para evitar que el continente se transformara en escenario de la lucha de poder e influencia de los poderes europeos, se utilizó como herramienta por una diversa y compleja red de intereses y objetivos de política exterior.
En ella confluyeron la vertiente integracionista del panamericanismo, la expansionista corporativa y la militarista de seguridad nacional.
La idea que citó Kerry de que “la unión hace la fuerza” se convirtió en la práctica en la unión hecha por la fuerza. Ahora el gobierno norteamericano dice haber hecho una decisión diferente, y estar buscando un relacionamiento de respeto mutuo, igualdad, responsabilidad compartida y cooperación.
A la vez, Kerry marcó los temas sobre los cuales el modo de la relación cambiará: democracia, seguridad, paz, prosperidad y cambio climático.
No se abre la definición de la agenda a un proceso de diálogo o participación entre iguales donde todos puedan manifestar sus prioridades e intereses. Los “intereses mutuos” y los “valores compartidos” verdaderos no son los propios con pretensión regional.
Cambia el baile, pero no la música. Las preguntas que surgen entonces son si esto es posible y si esto es deseable. Con respecto a lo deseable, un cambio hacia la moderación de la asimetría y la reducción del unilateralismo es ventajoso para todos los países de la región, ya que permite mayores grados de independencia interna y autonomía externa.
A menor injerencia externa, los gobernantes latinoamericanos tendrán que asumir mayor responsabilidad sobre el impacto de sus proyectos sobre el destino colectivo.
Convoca a mirar hacia adentro más que lamentarse y denunciar al Norte. Con respecto a lo posible, el abandono de la Doctrina Monroe no es un movimiento diplomático estratégico de futuro, sino reactivo y que meramente ratifica un status quo ya existente. América Latina ya no es ni patio ni trasero, con estabilidad política, macroeconómica y social sobre la que puede pararse con mayor firmeza que en el pasado.
Estados Unidos ya no puede ni política ni fiscalmente sostener la prepotencia regional. La crisis financiera y los escándalos de espionaje debilitaron además los intereses y valores de la superpotencia. Y finalmente, el surgimiento de otros actores en el continente (China, India, Rusia) hace que Monroe sea impracticable.
Acaso –como dijo el Secretario Kerry- sea digno de aplaudirse este cambio de tono en las relaciones Estados Unidos-América latina, aunque haya tomado ciento noventa años.

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La Doctrina Monroe está viva  
Publicado en el diario "La Capital", Rosario, Argentina, 6 de enero de 2014

Por Bruno Bologna

En una conferencia denominada "Estados Unidos y América Latina: una relación de socios" pronunciada en la Organización de Estados Americanos (OEA) el 18 de noviembre de 2013, invitado por el "Diálogo Interamericano", el secretario de Estado de los Estados Unidos, John Kerry, manifestó: "La era de la Doctrina Monroe terminó. La relación que pretendemos y para la que hemos trabajado arduamente en forjar no es una en la que Estados Unidos declare cómo y cuándo intervenir en los asuntos de otros Estados de las Américas. Se trata de que todos nuestros países se vean unos a otros como iguales, compartiendo responsabilidades, cooperando en materia de seguridad, y adhiriendo no a la doctrina, sino a las decisiones que tomamos como socios para impulsar los valores e intereses que compartimos".

Se debe recordar que ante la posibilidad de que las colonias de América pudieran ser recuperadas por las potencias europeas, el presidente de los Estados Unidos, James Monroe, el 2 de diciembre de 1823 expresaba: "En lo que concierne a los gobiernos que han declarado su independencia y se han mantenido…, no podríamos contemplar ninguna intervención con el propósito de oprimirlas o controlar de cualquier otra forma su destino por parte de cualquier potencia europea, sino como la manifestación de una disposición hostil hacia Estados Unidos".

La famosa Doctrina que se resumía en la frase "América para los americanos" fue traducida como "América para los americanos del Norte", dada la continua actividad intervencionista de los Estados Unidos a lo largo del tiempo en Centroamérica e islas del Caribe.

Kerry manifestó que se ha trabajado arduamente para mejorar la relación entre los países americanos. Podemos coincidir que Estados Unidos ha trabajado arduamente, pero lo realizado no ha sido beneficioso para América Latina. Podemos mencionar:

1) Espionaje. Estados Unidos espió mails y conversaciones telefónicas de la presidenta brasileña Dilma Rousseff y sus asesores, así como de Enrique Peña Nieto durante la campaña electoral 2012. A raíz de este suceso, la presidenta de Brasil canceló un viaje de Estado a los EE.UU que iba a realizarse en octubre de 2013.

2) Intervención armada de Colombia en Ecuador con acuerdo de la CIA. Una acción, a la que Estados Unidos no era ajeno, se habría producido el 1º de marzo de 2008. Tropas de Colombia ingresaron a 1.800 metros de la frontera, en territorio ecuatoriano, para atacar el campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas (Farc) dando muerte al número dos de esas fuerzas, Raúl Reyes, y a otros trece guerrilleros. Concretamente se presume que el operativo había sido instrumentado desde la base de Manta perteneciente a los EE.UU en territorio de Ecuador y así fue anunciado por el gobierno ecuatoriano. (Ramonet, Ignacio, Cercando a Venezuela. Le Monde Diplomatique Buenos Aires, enero de 2010).

En represalia, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, decide no renovar el acuerdo de la base militar de Manta que vencía, luego de 10 años de duración, en noviembre de 2009. Estados Unidos se retira de Manta el 18 de setiembre de 2009.

El 22 de diciembre de 2013, The Washigton Post afirmaba que Washington apoyó militarmente a Bogotá con un multimillonario programa secreto para ejecutar a dirigentes de las Farc en Ecuador. (Diario La Nación, 24 de diciembre de 2013)

3) Estados Unidos impone su presencia militar. Hace 65 años Estados Unidos constituyó bases en tiempos de la Segunda Guerra Mundial, con la misión de defender el mar de las Antillas, Caribe y el Canal de Panamá de las incursiones que hacían los submarinos y aviones del nazismo alemán y del imperio japonés. Finalizado el conflicto en 1950 la IV Flota fue desactivada. El clima bélico que imperaba dentro de la Administración Bush se hizo presente cuando los EE.UU reactivaron después de 58 años, el 12 de julio de 2008, la IV Flota de ese país con el objetivo de combatir el terrorismo y el narcotráfico en América del Sur y el Caribe. Sobre esta nueva iniciativa norteamericana la mayoría de los países de América Latina mostraron su disconformidad.

4) Bases militares en Colombia. Para suplir la base de Manta, EE.UU firma el 19 de agosto de 2009 un Acuerdo en Materia de Cooperación y Asistencia Técnica en Defensa y Seguridad con Colombia por el cual Washington tiene intervención en las instalaciones del ejército colombiano de Larandia y Tolemaida, las navales de Cartagena y Málaga y las aéreas de Apiay, Palanquero y Malambo.

La inversión iba a ser de 5.000 millones de dólares para 800 marines y 600 civiles que tendrían acceso a las siete bases colombianas contando además con inmunidad diplomática en ese territorio.

El Embajador de los EE.UU en Colombia, William Brownfield, aseguró que militares de su país ya estaban presentes en seis de las siete bases militares colombianas a las que tendrían acceso ahora en el marco del Acuerdo. Afirmó que la única base donde hasta entonces no llegaban los soldados era la base de Palanquero en el centro del país, y en la que EE.UU invertirá 46 millones de dólares para mejorar su infraestructura. (EEUU blanquea su presencia en bases colombianas Diario "La Capital". Rosario, 2 de noviembre de 2009). El tema de las bases militares de Estados Unidos en Colombia fue materia de debate en la Unasur en el Congreso de Colombia con resultados dispares.

Los planes militares de Estados Unidos para América Latina no auguran un futuro de estabilidad ya que en los programas del nuevo presidente Barak Obama que asumió el 21 de enero de 2009 no se observa un cambio con relación a la Administración Bush.

5) Golpe de Estado en Honduras. 28 de junio de 2009. Con el llamado a elecciones generales en Honduras, el presidente electo Manuel Zelaya proponía un referéndum no vinculante para que el pueblo se expresara sobre el posible cambio de la Constitución nacional.

La Corte Suprema declaró ilegal el referéndum, dejó cesante al presidente Zelaya y ordenó a las Fuerzas Armadas que actuaran en consecuencia. En cumplimiento de esas instrucciones las Fuerzas Armadas, en horas nocturnas, el 28 de junio de 2009, detuvieron al presidente y lo deportaron a Costa Rica. Según consigna Gosman, Zelaya le confesó al presidente Lula de Brasil, que antes de Costa Rica había sido llevado a la base que los EE.UU tienen en Honduras, Soto Cano en Palmerola. (Gosman, Eleonora, "Clarín". 16 de agosto de 2009)

No se entendió hasta el presente el papel de EE.UU de hacer una escala del avión con el presidente Zelaya en su base militar.

6) Obama no cerró los tribunales antiterroristas creados por Bush. A pesar de sus promesas electorales, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, anunció que mantendría los tribunales militares especiales creados por George W. Bush en Guantánamo (Cuba), aunque prometió cambios que mejorarían las garantías procesales de los juzgados.

7) Tratado de Libre Comercio entre Canadá, Estados Unidos y México. North American Free Trade Agreement (Nafta). Un entusiasta de los procesos de libre comercio como Andrés Oppenheimer relata los inconvenientes en el comercio de Estados Unidos con países del hemisferio occidental. Expresa: "El comercio entre EE.UU, México y Canadá se disparó tras la firma del Nafta en 1994, pero fue creciendo más lentamente en los últimos años debido a los duros controles fronterizos de Estados Unidos tras el 11S y también debido a los sentimientos antimexicanos estimulados por opositores a la reforma migratoria que han hecho que los políticos estadounidenses se intimiden la hora de proponer una profundización de los lazos comerciales con México".

El libre comercio no ha permitido la libre circulación de personas eso sobre todo porque EE.UU ha construido una muralla de más de mil kilómetros para impedir el ingreso de ciudadanos mejicanos a su territorio.

Después de esta enumeración de intervenciones de EE.UU en América Latina resulta paradójico que autores mexicanos consideren que esta propuesta de Kerry marcará un hito no sólo en las relaciones interamericanas, sino también en la política exterior estadounidense. Otros autores simplifican la agenda de la política exterior norteamericana hacia América Latina a solo dos factores: la crisis financiera y los escándalos de espionaje que consideran que debilitan los intereses y valores de la superpotencia.

En reiteradas oportunidades América Latina ha solicitado un cambio de rumbo en la política exterior de Obama. Sin embargo creemos que no se han modificado las tendencias o propuestas realizadas por su antecesor, George W. Bush. La agenda de temas en las relaciones exteriores deberían ser fijada conjuntamente por Estados Unidos y América Latina.
http://www.cerir.com.ar/noticia.php?id=0000163
 
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Kerry habla de la política de Estados Unidos en el Hemisferio Occidental

19 noviembre 2013
A continuación una traducción del discurso sobre la política de Estados Unidos en el Hemisferio Occidental que pronunció el secretario de Estado John Kerry ante la Organización de los Estados Americanos, el 18 de noviembre:
DEPARTAMENTO DE ESTADO DE ESTADOS UNIDOS
Oficina del Portavoz
Para publicación inmediata
18 de noviembre de 2013
Secretario de Estado John Kerry sobre la política de Estados Unidos en el Hemisferio Occidental
18 de noviembre de 2013
Organización de los Estados Americanos
Washington, D.C.
SECRETARIO KERRY: Señor Secretario General, muchas, muchísimas gracias. Gracias por una maravillosa bienvenida en este absolutamente bello, delicioso, seductor día de otoño, tan bonito como es, rápidamente nos hará preguntarnos porqué estamos aquí trabajando hoy. Es un privilegio estar aquí. Deseo agradecer al Dialogo Interamericano. Gracias, Michael Shifter, y gracias, embajadora Deborah-Mae Lovell por su invitación a acudir aquí. Deseo agradecer a la Organización de los Estados Americanos que me haya invitado a hablar aquí esta mañana. Es siempre maravilloso estar en este destacado, bello e histórico edificio.
Hace unos minutos, estábamos abajo en el atrio y el secretario general Insulza me llevó a ver el árbol de la paz que el presidente Taft plantó hace más de 100 años. Es un árbol admirable y es testimonio de las profundas raíces de la OEA, la entidad multilateral por excelencia en las Américas que tiene orígenes que evidentemente datan de antes de que se plantara el árbol de la paz. El – tenía la tentación de contar una historia sobre William Howard Taft que – y una famosa presentación que hizo – pero les voy a librar de esa historia particular – (risas) – aunque es muy divertida y en algún momento valdrá la pena que la comparta con ustedes. Es un placer estar en la compañía de la exrepresentante de Comercio Carla Hills. Estupendo estar aquí contigo. Y estoy particularmente orgulloso de estar aquí con nuestra secretaria adjunta Roberta Jacobson, que hace un trabajo extraordinario en lo que se refiere al Hemisferio Occidental y ha venido, justo acaba de llegar de China donde ha participado en un diálogo en China sobre el Hemisferio Occidental y América Latina en particular.
Desde que soy Secretario de Estado, he tenido el privilegio de hablar en algunas salas muy bellas, como esta, en alrededor de 30 países en todo el mundo, pero no les puedo decir lo agradable que es hablar en una que está a dos minutos en auto en lugar de 12 horas en un avión. Se nota la diferencia.
El hecho es que este es un momento muy importante para todos los estados en las Américas. Hace cincuenta años, el presidente Kennedy habló sobre la promesa del Hemisferio Occidental, el que sería, tristemente, su último discurso sobre política exterior. El presidente Kennedy expresó su esperanza de un hemisferio de naciones, cada una segura con su propia independencia, dedicada a la libertad de sus ciudadanos. Si pudiera vernos hoy aquí. En el medio siglo transcurrido desde que él hablara, más y más países se han acercado más y más a realizar su visión y todas nuestras esperanzas.
Cuando la gente se refiere al Hemisferio Occidental, suele mencionar las transformaciones que se han producido, pero la verdad es que una de las mayores transformaciones ha ocurrido aquí en Estados Unidos de América. En los primeros días de nuestra propia república, Estados Unidos tomó una decisión respecto a su relación con América Latina. El presidente James Monroe, que también fué secretario de Estado, declaró que Estados Unidos unilateralmente actuaría de hecho como el protector de la región. La doctrina que lleva su nombre reforzó nuestra autoridad a intervenir y oponer la influencia de las potencias europeas en América Latina. Y durante toda la historia de nuestro país, sucesivos presidentes han reforzado esta doctrina y tomado decisiones similares.
Hoy, sin embargo, hemos tomado una decisión distinta. La era de la Doctrina Monroe terminó. (Aplausos). La relación – eso vale la pena aplaudirlo. No es malo. (Aplausos). La relación que pretendemos y para la que hemos trabajado arduamente en forjar no es una en la que Estados Unidos declare cómo y cuándo intervenir en los asuntos de otros estados de las Américas. Se trata de que todos nuestros países se vean unos a otros como iguales, compartiendo responsabilidades, cooperando en materia de seguridad, y adhiriendo no a la doctrina, sino a las decisiones que tomamos como socios para impulsar los valores e intereses que compartimos.
Como dice un viejo proverbio, La unión hace la fuerza. La unión – en la unidad hay fortaleza. Por medio de nuestro compromiso compartido en democracia, presentamos colectivamente un ejemplo vibrante ante el mundo de que la diversidad es fortaleza, de que la inclusión funciona, que la justicia puede rechazar a la impunidad y que los derechos de los individuos pueden protegerse contra el alcance desmesurado y abusivo del gobierno. También probamos que la paz es posible. No se necesita fuerza para tener fuerza. La visión que compartimos para nuestros países, de hecho, está a nuestro alcance, pero debemos plantearnos a nosotros mismos algunas cuestiones difíciles e importantes para poder asegurar nuestros objetivos.
Lo primero y ante todo, ¿fomentaremos y protegeremos juntos la democracia, la seguridad y la paz que todos los pueblos de las Américas se merecen? Segundo, ¿aprovecharemos la oportunidad para hacer avanzar la prosperidad en todo el Hemisferio Occidental y educar a los jóvenes que serán los motores de las economías del futuro? Y tercero, ¿cumpliremos juntos con una responsabilidad que exige más fuerza, y por tanto mas unidad que nunca antes, y nos haremos cargo eficazmente de la amenaza que supone el cambio climático?
Ahora, la respuesta a estas preguntas determinará si de hecho podemos o no llegar a ser el hemisferio de naciones que el presidente Kennedy tenía en mente, cada país existiendo lado a lado con el otro, con confianza, fuertes, e independientes y libres. La primera pregunta en realidad la responde la amplia protección a los valores democráticos que se han convertido en la regla y no en la excepción en el Hemisferio Occidental. En pocas décadas, la representatividad democrática, en su mayor parte ha desplazado a la represión de las dictaduras. Sin embargo, el verdadero desafío del siglo XXI en las Américas es la manera en la que utilizaremos nuestros gobiernos democráticos para hacer cierto el desarrollo, superar la pobreza y mejorar la inclusión social.
El verano pasado viajé a Brasilia, y cuando salía de mi reunión con el ministro de Relaciones Exteriores, me encontré con un grupo de manifestantes. Vamos a ver, no hablo portugués, mi esposa si, yo no, pero entendí las palabras de cuatro letras que gritaban porque las decían en inglés. (Risas), Y aunque a veces ello puede alterarlo a uno, el momento en realidad era la imagen de una democracia sana.
Y hoy día, son nuestros valores democráticos los que nos han capacitan para confrontar desafíos como las comprensibles preocupaciones sobre los informes de vigilancia, preocupaciones que nos plantean a todos cómo superarlas y crear cimientos más fuertes para un futuro basado en nuestros valores y creencias comunes de democracia.
Las democracias con éxito dependen de que todos los ciudadanos tengan una voz y del respeto a tales voces, y de que todos los gobiernos tengan el valor y la capacidad de escuchar estas voces. Podemos estar inmensamente orgullosos, considero, de la trayectoria democrática de este hemisferio y de las instituciones que hemos construido para rendir cuentas ante nosotros y ante el futuro. Esta es la diferencia, y cumplir con la Carta de la OEA.
También expresar nuestra preocupación cuando las instituciones democráticas se debilitan, como hemos visto en Venezuela recientemente. En marzo de este año Estados Unidos se unió a muchos de los que están aquí en esta misma sala, de hecho, para afirmar la independencia y el mandato de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
También estamos unidos al apoyar las misiones de observación electoral de la OEA en el hemisferio, incluyendo la que tendrá lugar en Honduras la semana próxima. Todos aquí tenemos una oportunidad para ayudar a asegurar a que esa elección sea transparente, inclusiva, pacífica y justa, y que el proceso sea uno en el que el pueblo hondureño pueda de hecho confiar para expresar su voluntad. Nosotros, todos nosotros, debemos hacer todo lo que podamos para apoyar el esfuerzo de la OEA para proporcionar asistencia y observar las elecciones con imparcialidad. No hay mejor expresión de nuestra fortaleza y unidad que continuar ese esfuerzo.
También sabemos bien que el ingrediente crítico de una democracia exitosa es la manera en que proporcionamos seguridad en nuestros países para todos nuestros ciudadanos. Calles seguras, vecindarios seguros, comunidades seguras, en verdad dependen de mantener el estado de derecho.
En junio fui a Guatemala y me reuní con su fiscal general Paz y Paz, que ha hecho extraordinarios progresos para combatir la corrupción y el crimen organizado, proteger a la mujer de la violencia, y llevar ante la justicia las violaciones de derechos humanos.
En agosto viajé a Bogotá y vi una destacable demostración del sacrificio y progreso de Colombia en la lucha contra las drogas ilegales y la violencia, una lucha que en realidad ha hecho posible que el valeroso esfuerzo del presidente Santos haya logrado una paz sostenible y justa.
Creo que es innegable la unidad de propósito que tenemos. Paso a paso, hacer nuestras democracias más fuertes y que nuestros pueblos tengan mayor seguridad – en Guatemala, en Colombia, y en todas las Américas. Y en su mayor parte, creo que estarán de acuerdo conmigo en que el Hemisferio Occidental está unificado en su compromiso para lograr democracias exitosas de la manera que he descrito.
Aunque hay una excepción, claro, que continúa: Cuba. Desde que el presidente Obama asumió el cargo, su administración ha comenzado a buscar un nuevo comienzo con Cuba. Como él mismo dijera la semana pasada, en lo que se refiere a nuestra relación con Cuba, debemos ser creativos, tenemos que pensar bien, y tenemos que continuar actualizando nuestras políticas.
Nuestros gobiernos están encontrando algunos intereses comunes en estos momentos y algo de cooperación. Todos los años, cientos de miles de estadounidenses visitan La Habana, y cientos de miles de dólares en comercio y remesas circulan desde Estados Unidos a Cuba. Estamos comprometidos a este intercambio humanitario, y en Estados Unidos creemos que nuestro pueblo es de hecho nuestro mejor embajador. Es embajador de nuestros ideales, nuestros valores, nuestras creencias.
Y aunque también acogemos gratament algunos de los cambios que se producen en Cuba, que permiten a más cubanos viajar libremente y trabajar por sí mismos, estos cambios no deben en ningún aspecto cegarnos a la autoritaria realidad que es la vida para los cubanos comunes. En un hemisferio en que los ciudadanos en todas partes tienen derecho a elegir a sus dirigentes, los cubanos son los únicos que no lo tienen. En un hemisferio en que la gente puede criticar a sus dirigentes sin miedo al arresto o a la violencia, los cubanos todavía no pueden hacerlo. Y si no hay más cambios pronto, está claro que el siglo XXI continuará desafortunadamente dejando al pueblo cubano rezagado.
Deseamos que llegue el día, y esperamos que llegue pronto, en que el gobierno cubano acoja una agenda más amplia de reforma política que permita a su pueblo determinar libremente su propio futuro. En hemisferio en su totalidad, todos nosotros, compartimos el interés en asegurar que los cubanos disfruten de los derechos protegidos por nuestra Carta Democrática Interamericana, y esperamos estar unidos en esta aspiración. Dado a que en todos los países, incluyendo Estados Unidos, cada día que no hacemos presión por sacar adelante las libertades personales y el gobierno representativo, nos arriesgamos a retroceder, y ninguno de nosotros puede aceptar esto.
Incluso al celebrar los valores democráticos que se han extendido por América Latina, debemos reconocer también que estos valores enfrentan desafíos. Después de todo, las elecciones en su momento oportuno poco importan si no son verdaderamente libres y justas y si en ellas no participan todos los partidos políticos compitiendo al mismo nivel. Una separación de poderes sirve de poco si las instituciones independientes no pueden hacer que los poderosos rindan cuentas. Y las leyes que garantizan la libertad de prensa, la libertad de expresión, y la libertad religiosa tienen pocas consecuencias si no se la hacen cumplir. La democracia no es un destino final; es un viaje sin fin, y cada día todos nosotros debemos renovar nuestra decisión de hacerla efectivamente avanzar. Y no somos menos inmunes a tal realidad aquí en Estados Unidos que en ninguna otra parte, de hecho, recientemente, quizá seamos incluso más susceptibles a ello.
También tenemos que tomar decisiones importantes —todos nosotros— acerca de cómo generar una prosperidad económica compartida, es decir la prosperidad a la que todos aspiramos. Para empezar, las oportunidades educativas, sobre todo, deben ser una prioridad. Es sólo a través de la educación de alta calidad, accesible para todos, que nuestra población laboral, la población laboral del hemisferio, estará preparada para los puestos de trabajo del futuro. La educación, como todos ya sabemos, abre también otras puertas. Como dijo el ex senador J. William Fulbright: “Tener personas que entienden tus ideas implica mayor seguridad que tener otro submarino”. Esa idea apuntala los intercambios Fulbright, del Departamento de Estado, al igual que la iniciativa del presidente Obama: la Fuerza de 100.000 en las Américas, cuyo objetivo es aumentar el intercambio de estudiantes en ambas direcciones aquí en el hemisferio occidental.
Pero amigos, la educación, como ya sabemos, es solamente el primer paso. También tenemos que trabajar con empeño y crear puestos de trabajo y oportunidades económicas para los jóvenes, para el día después de su graduación. Como dijo el Secretario General en sus declaraciones de apertura, nuestro hemisferio ya es un mercado próspero en el que participan casi 1.000 millones de personas. Durante la última década, las economías de América Latina y el Caribe crecieron cuatro por ciento al año. Estados Unidos está orgulloso de desempeñar un papel en ese crecimiento. Apenas la semana pasada, anunciamos la dotación de más de 98 millones de dólares en financiamiento privado para 4.000 pequeñas y medianas empresas de todo el hemisferio, con el fin de fomentar ese dinamismo, crearlo y mantenerlo en movimiento.
El tipo de crecimiento que la región ha tenido —impulsado por políticas económicas racionales, programas sociales innovadores y un aumento de comercio e inversiones internacionales— ha mejorado drásticamente la vida de todos nuestros ciudadanos. Sólo en la última década, a medida que el comercio entre Estados Unidos y América Latina se ha incrementado—casi se triplicó— más de 73 millones de personas, como ya mencionó el Secretario General, lograron salir de la pobreza. Párense a pensar un poco. Esa cifra representa una población más grande que las de Canadá y Argentina juntas. Es una historia extraordinaria, y es una historia de éxito. Es una historia de políticas que funcionan y que se tiene que cultivar, no abandonar. Imagínense lo que sería posible si seguimos fomentando el comercio y las inversiones en el futuro de nuestros hijos.
Durante la época en que fui senador, estuve muy orgulloso y satisfecho de votar a favor de la ratificación de los acuerdos de promoción comercial tanto de Colombia como de Panamá, los cuales el presidente Obama promulgó. Hemos visto el crecimiento que han hecho posible estos acuerdos. Durante el primer año del tratado de libre comercio Estados Unidos-Colombia, cerca de 800 empresas colombianas de todos los tamaños entraron en el mercado de Estados Unidos por primera vez. Estos nuevos exportadores vendieron sus productos y servicios en más de 20 estados de Estados Unidos. Hoy mismo, el vicepresidente Biden viaja a Panamá para visitar el proyecto de ampliación del canal que seguirá generando más comercio en toda la región.
Bajo el liderazgo del presidente Obama, también hemos contribuido a ampliar la participación de la región en la Asociación Transpacífica, para que además de Chile y Perú incluya también a Canadá y México. Hemos redoblado nuestro compromiso con el TLCAN (NAFTA), el tratado más importante en lo que se refiere a lograr la prosperidad compartida en el hemisferio, a favor del cual también voté en momentos en los que creo que la gente se acuerda que fueron muy polémicos y muy difíciles. Pero todos sabemos que no podemos depender solamente de esos acuerdos comerciales. Eso no es suficiente. Sabemos que podemos hacer más. Y si lo hacemos, el hemisferio occidental seguirá siendo líder en los mercados mundiales por muchas décadas.
Una de las oportunidades que encaramos y que acabo de mencionar hace un momento entre todas estas oportunidades, una de esas oportunidades es el mercado de 6.000 billones de dólares y que tiene 4.000 millones de usuarios. Me refiero al nuevo mercado de la energía: el mercado más grande en la historia humana, el mercado que creó esa riqueza extraordinaria en la década de 1990 en que, en América, en Estados Unidos, cada quinta parte de los trabajadores estadounidenses que percibían ingresos, desde los que estaban abajo hasta los que estaban más arriba, todos vieron aumentos en sus ingresos. Y todos sabemos que fue un momento en que logramos cerrar el presupuesto durante tres años consecutivos. Fue una época de extraordinario crecimiento.
El mercado que impulsó ese crecimiento fue un mercado de 1.000 billones de dólares integrado por 1.000 millones de usuarios, a saber: el mercado de la computadora de alta tecnología, la computadora personal. Fue el mercado de la tecnología. Pues el mercado de la energía es seis veces mayor que ese mercado. Y los 4.000 millones de usuarios actuales se convertirán en 6.000 millones, y en última instancia en 9.000 millones entre hoy y el año 2050. Esto nos ayudará a responder a la tercera y última cuestión que mencioné: si vamos dejarles a nuestros hijos y nietos un planeta que esté sano, limpio y sostenible. En realidad, no se trata tanto de una cuestión sino más bien de un reto apremiante, el reto de una generación entera, tal vez el reto de un siglo, tal vez incluso el desafío de la vida misma en el planeta si uno entiende todo lo que la ciencia nos dice actualmente.
Hace más de dos décadas, visité Brasil en el marco de una delegación de Estados Unidos que se dirigía a la Cumbre de Río. Fue la primera vez que la comunidad mundial se reunía para tratar de hacer frente al cambio climático. También fue el viaje en el que conocí a una increíble mujer que hablaba portugués y que se llamada Teresa, que tres años más tarde se convertiría en mi esposa. Así que me gusta Río. Es un buen lugar. (Risas).
Pero Teresa y yo todavía hablamos de una joven de 12 años llamada Severn Suzuki, procedente de Vancouver, que se subió al escenario en esa cumbre con el fin de, como explicó, y cito textualmente: “luchar por su futuro”. Veintiún años después, aún me acuerdo de lo que dijo sobre el cambio climático, de la siguiente manera: “Soy sólo una niña”, dijo, “pero sin embargo, sé que todos estamos juntos en esto y debemos actuar como un único mundo tras un único objetivo”. Severn sabía algo que mucha gente hoy en día tienen que entender, algo que todavía falta en el debate político de nuestro país, y como dice el refrán que cité hace un momento: la unión hace la fuerza. Necesitamos eso ahora más que nunca con respecto a este desafío del cambio climático. Décadas más tarde, tenemos mucho que aprender de esa joven.
Las Américas se han convertido en el nuevo centro de nuestro mapa de energía mundial. Nuestro hemisferio suministra actualmente una cuarta parte del petróleo crudo del mundo y casi una cuarta parte del carbón. Aportamos más de un tercio de la electricidad mundial. Eso significa que tenemos la capacidad y la enorme responsabilidad de influir en la manera en que el mundo entero se alimenta de la energía. Para ello, será necesario que cada uno de nuestros países tome decisiones muy fundamentales en cuanto a sus políticas. Tenemos que adoptar el futuro de la energía por encima de la energía del pasado.
Y soy muy consciente —he pasado por estas batallas en el Senado de Estados Unidos— sé lo difícil que es. Sé cuántas industrias distintas y cuántos intereses poderosos quieren retroceder. Pero nosotros, el pueblo, todos nosotros tenemos la responsabilidad de plantarnos firme en contra de ellos. El cambio climático es un fenómeno real. Está sucediendo. Y si no tomamos medidas significativas en calidad de socios, continuará amenazando no sólo a nuestro entorno natural y a nuestras comunidades, sino también, como bien saben nuestros amigos del Caribe y de otros países insulares, amenazará posiblemente nuestro modo de vida, y sin duda el de ellos.
El reto del cambio climático nos va a costar mucho más por su impacto negativo que por las inversiones que tenemos que hacer hoy en día con el fin de hacer frente al desafío. Todos los modelos económicos lo demuestran, y sin embargo no nos atrevemos. Nuestras economías aún no incluyen los costes económicos de no hacer nada o de hacer muy poco. Los efectos devastadores que las sequías pueden tener en las cosechas de los agricultores; el elevado precio que supone la reconstrucción de las comunidades después de cada catástrofe, después de cada huracán o tormenta tropical que las destroza y deja un rastro de destrucción a su paso; el extraordinario coste de incendios que no quemaban con tanta ferocidad y tanta frecuencia con que lo hacen hoy debido al aumento de la sequía; los crecientes indicios de la pérdida de agua de la cordillera del Himalaya a medida que se derriten los glaciares y, por tanto, la medida en que los grandes ríos de China y otros países por un lado, y de la India por otro, se ven amenazados y miles de millones de personas ven su alimentación y seguridad alimentaria afectadas.
Estos son verdaderos desafíos, y no están en el futuro. Los estamos viendo ahora. Por todos estos motivos, la lucha contra el cambio climático es una prioridad urgente para el presidente Obama y para mí, y sabemos que somos uno de los mayores contribuyentes al problema. Alrededor de 20 países contribuyen más del 90 por ciento del problema. Por ese motivo, el presidente Obama dio a conocer un nuevo Plan de Acción Climática para elaborar políticas internas más decididas que nunca sobre el cambio climático. La buena noticia es que el plan que ha elaborado el Presidente está diseñado para poder llevarse a la práctica por decreto administrativo, para no tener que esperar a que el Congreso actúe.
Muchos otros países del hemisferio occidental también están tomando medidas decisivas para poner de su parte. Estoy orgulloso de decir que, como parte de la Alianza de Energía y Clima de las Américas, Estados Unidos ha colaborado con más de dos docenas de países, América Latina y el Caribe con el fin de apoyar programas eficaces que hagan frente a la realidad de esta grave amenaza. Pero, amigos, si aprovechamos [el momento] no se trata una amenaza para la que no existe una solución. De hecho, tenemos una solución, hay varias, pero no tomamos la decisión política a causa de las fuerzas que nos quieren hacer retroceder.
Sabemos cuáles son las alternativas. Sabemos las ventaja que aportan los enormes avances que se están produciendo en materia de energía limpia. Y si compartimos conocimientos y desplegamos nuevas tecnologías en toda la región, si conectamos las redes eléctricas en todo el continente americano, podremos entonces compartir y vender energía entre nosotros en distintos momentos y de distintas maneras en un mercado más dinámico. Si aprovechamos la energía eólica en México y la energía de biomasa en Brasil, el sol en Chile y en Perú, el gas natural en Estados Unidos y Argentina, entonces los enormes beneficios para las economías locales, la salud pública, y por supuesto la mitigación del cambio climático, podrían llegar a todos los rincones de las Américas, y más allá.
De esto trata realmente una nueva asociación interamericana. El novelista brasileño Paulo Coelho, uno de los autores más leídos del mundo, escribió: “Cuando menos nos lo esperamos, la vida nos plantea un reto para poner a prueba nuestro coraje y nuestra voluntad de cambio”. Así que la pregunta que nos debemos plantear todos es la siguiente: ¿Tendremos el valor de tomar decisiones difíciles y la voluntad de cambiar? En cincuenta años, en el centenario de la llamada del presidente Kennedy a la región, ¿se convertirá en realidad el hemisferio de países con el que soñaba?
Hace muchos años, Estados Unidos dictó una política que definió al hemisferio por muchos años después. Esa época ha quedado atrás. Hoy, tenemos que ir más allá. Todo lo se ha dicho hoy: el futuro de nuestras democracias, la fortaleza de nuestras democracias, el desarrollo de esas democracias, la inclusión de todas nuestros pueblos en un sistema que tenga rendición de cuentas y sin impunidad de las deserciones, nuestra prosperidad compartida y todo lo que nos aporta, la educación de nuestros hijos, el futuro de nuestro planeta, nuestra respuesta al cambio climático, todo ello no depende del próximo gobierno ni de la próxima generación. Todo ello depende de nosotros.
Y la pregunta es la siguiente: ¿vamos a trabajar como socios en pie de igualdad con el fin de alcanzar nuestros objetivos? Si es así, exigirá coraje y la voluntad de cambiar. Pero, sobre todo, exigirá un nivel más alto y más profundo de cooperación entre nosotros, todos juntos, como socios en pie de igualdad en este hemisferio. De esa manera haremos una diferencia, y de esa manera estaremos a la altura de nuestras responsabilidades.
Muchas gracias. (Aplausos).